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FRANCISCO MANGADO

Torre en Puerto Madero+

2008-

Buenos Aires-Argentina

60.000 m2


Construir una torre supone a mi manera de ver, enfrentarse a tres problemas de arquitectura. De ellos sólo dos son los más interesantes. El otro tiene que ver más con lo escultórico, con la dimensión objetual que la torre adquiere en la medida que se convierte en pieza referencial del paisaje urbano. El problema de la estructura, tradicionalmente objeto de reflexión intensa queda a mi modo de ver, relegado a un plano más instrumental aunque en modo alguno deja de ser importante.

Paradójicamente las dos cuestiones más interesantes son el programa y el tratamiento del suelo en su entronque con la pieza elevada. Los dos, es lo más conveniente, pueden ser tratados en términos urbanos y por ello adquieren una significación y una condición muy fructífera para escapar del tratamiento puramente objetual, de la lucha por ver quien hace el objeto más extraño, tan común en nuestros días.

En el caso que no ocupa, la concreción del programa propuesto, viviendas, hotel y espacios lúdicos y de servicios, permite entender la torre como una continuidad del espacio público que es la calle-boulevard. El tratamiento de las plantas bajas como algo complejo y rico tanto desde el punto de vista programático como espacial y formal abunda en esta idea. Estas plantas bajas suponen el primer eslabón de una serie de usos públicos que en distintos niveles se van sucediendo a lo largo de la altura construida. Entre las viviendas ubicadas entre los primeros niveles y el hotel que ocupa los más elevados, se localiza el vestíbulo público con restaurantes y otros servicios. En la coronación de la torre más restaurantes, piscinas y otros usos vienen a confirmar el tercer eslabón público que, iniciado en la planta baja y continuando a lo largo de la torre, suponen entender la pieza edificada no como algo despegado de la realidad urbana, no como un objeto colocado sin más al margen del entorno, pensado sólo en términos de distancia sino, más bien, como sistema para continuar la calle, hacia, lo público, las alturas.

Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina

NAN arquitectura y construcción #49
On Diseño #300
A+ Arquitectura Plus #008
p.20-24
05-2008
Arquitectura Viva #121: Torres de España
Torre en la Plaça Europa en Barcelona
2006
El edificio se ubica dentro de la urbanización de la Plaça Europa, que recupera para la ciudad de L’Hospitalet un antiguo entorno industrial caracterizado por su proximidad al gran eje de tránsito de vehículos entre Barcelona y el aeropuerto, que es la Gran Vía de les Corts Catalanes a su paso por este municipio.Dentro de un planeamiento basado en la edificación en altura y los espacios públicos verdes, la parcela objeto de proyecto ocupa una posición periférica, a medio camino entre la primera línea de la plaza que mira hacia el mar por encima de la autovía, soterrada en ese tramo, y de la ciudad de L’Hospitalet, con la que mantiene una relación visual desde sus fachadas oeste y sur fundamentalmente.El edificio ocupa la mitad norte de una parcela cuyo eje longitudinal tiene orientación norte–sur, para liberar una gran superficie ajardinada orientada al sureste, en cuyo extremo sur se sitúa el acceso rodado al edificio.Se proyecta una edificación de nueva planta de veintidós alturas sobre rasante. Tipológicamente se trata de una torre de oficinas con vocación de “rascacielos” por la esbeltez de sus proporciones, dado que se asienta sobre una planta de reducidas dimensiones y que alcanza casi los 100 metros de altura.Se ha diseñado una envolvente estructural perimetral que soporta el edificio formada por pilares metálicos compuestos por dos pletinas unidas entre sí mediante un alma tubular. Estos elementos en conjunto conforman una piel estructural que, a modo de “brise soleil”, además, confiere al edificio de protección contra la radiación solar directa. Es pues, en sí misma , el elemento fundamental para la optimización del rendimiento energético del edificio y de su control de climatización.