Tribunal Internacional de Justicia de La Haya

El edificio trasciende el contexto inmediato de la ciudad, tomando una dimensión internacional. Más allá de las dunas y la ciudad, el Tribunal habita el mundo de las ideas. Como representante más alto de la justicia universal, la institución expresa su compromiso ideológico arquitectónicamente. El edificio se proyecta hacia el mundo mismo. Y el mar, autopista universal, es la referencia con la que debe trabajar.

Por un lado, un espacio interior protegido de los vientos. Por otro, un bosque que termina en un parque que contribuye a las seguridad del recinto a la vez que ofrece una vía para escaparse a la ciudad.

El acceso al interior, una combinación de lo totalmente público y lo extremamente privado, está controlado. El atrio permite organizar los programas según unas demandas estrictas, al tiempo que afirma la entidad del ICC. El bosque que rodea el conjunto invita al paseo.

Tres edificios se conectan en sus bases alrededor de un espacio central. Rebosando institucionalismo, importancia, y confianza en la justicia internacional, esta centralidad se abre al mar, al océano que conecta con el mundo. El edificio abre también al paisaje, a las dunas, al medio que nos sustenta. La apertura al mar y al paisaje habla de la transparencia y claridad de la justicia y de la vocación universal de los tribunales.

El programa se organiza en dos grupos de elementos estructurales. Por un lado, las instalaciones mecánicas y núcleos verticales, dispuestos a lo largo de un nítido perímetro. Por otro, los elementos estructurales del espacio central. El atrio practicable deja entrar la luz natural en todos los espacios de trabajo.

Los tribunales donde se juzgan los crímenes más serios de la humanidad se elevan para contemplar el mar y las dunas. Volcado al mundo, expresan verdad, credibilidad y confianza.


Ciudad
La Haya

País
Holanda

Fecha
2008

Superficie
63.000

ES EN